A todos nos ha pasado, por más bueno que seas, siempre te sucederá alguna vez el hecho de tener dificultades para cerrar los partidos. Si tienes este problema te recomiendo leer el artículo, pero si no lo tienes también, porque tarde o temprano tendrás que cerrar un partido y esta te puede servir.
“Juego cada punto como si mi vida dependiera de ello” Rafael Nadal
Hay algo obvio y es que a todo el mundo le ha pasado alguna vez de perder un partido que va ganando ampliamente. Incluso los mejores del mundo, como por ejemplo Nadal, ha perdido también partidos que iba venciendo cómodamente. Por lo tanto, si ni Nadal está a salvo de perder estos partidos, ¿qué nos queda a nosotros?
Primero debemos saber que no existe partidos, que “deberías” ganar ni que “no puedes” perder. El resultado no depende enteramente de ti y tranquilamente tu rival puede haber empezado a jugar un tenis brillante. Quizás comienzas a hacer algunos errores, algo también normal.
Lo que busco con este artículo no es que seas infalible, sino que logres seguir compitiendo lo mejor posible hasta el final, y que sea nuestro rival el que nos remonte el partido (si es que sucede).
Obvio que uno de los problemas principales que puede haber para definir los partidos son nuestras propias emociones. Tener miedo de que nos den vuelta el partido es muy común. Lo que no debe suceder es que ese miedo nos haga cambiar nuestra táctica y jugar menos contundente de lo que deberíamos.
Como ya mencioné varias veces en mi blog, las emociones nos deben ayudar a actuar. En el caso del miedo, tenemos que identificar a qué le tenemos miedo, en este caso, a perder un partido que parece “ganado”. El segundo paso es identificar qué podemos hacer para evitar eso que tememos. En este caso, será entonces seguir desarrollando nuestra táctica con convicción.
Si bien está claro que nuestra atención debe estar en la táctica, lo que no tiene en claro mucha gente es que las tácticas cambian y que los ajustes son constantes. Incluso en las situaciones que más nerviosos estamos, es cuando más calma debemos tener para seguir corrigiendo errores y aplicando nuestro juego con mucho esfuerzo. Nuestro rival muchas veces cambia durante el partido, por lo que debemos estar atento y ajustar inmediatamente. Incluso un error tuyo en cualquier momento no puede pasar desapercibido porque te aseguro te volverás a equivocar. Por ejemplo, si jugaste paralelo cuando no debías, debes corregirlo inmediatamente para no volver a cometer ese error. Cuando estamos nerviosos, queremos que todo siga como está yendo y nos cuesta más tener esa tranquilidad para corregir nuestros errores.
Otro factor igual de relevante es la autoconfianza. No solo para que el rival te vea más seguro de ti mismo, sino también para creer tú mismo que tienes la capacidad para seguir desarrollando tu juego con eficacia. Para ello, debes actuar en todo momento como una persona que sabe que puede y que está dispuesta a seguir luchando si es que fuera necesario. Es importante que realmente te creas capaz porque sin esa convicción entrarás en pánico ante los primeros errores. La autoconfianza es consecuencia de unos pensamientos correctos y debe estar siempre dirigida a acciones. No sirve decirte que puedes, si luego no haces nada al respecto. Debes saber que puedes, pero que debes trabajar duro para ello.
En los momentos de muchos nervios debe ser capaz de seguir ajustando tus errores con calma y para eso necesitas creer en tu capacidad de lidiar con los problemas.
Venimos hablando de tu necesidad de tener calma en todo momento y la ira y frustración es de las cosas que más te alejan de ese estado. Debes evitarlo a toda costa porque jugarás tiros apurados y ansiosos debido a la rabia que tienes.
En primer lugar, debes saber la importancia que tiene seguir corrigiendo tus errores tanto tácticos como tenísticos, porque de esta manera no volverás a cometerlos en el punto siguiente. Si solo te enojas porque no puedes definir el partido, quizás no estés siendo capaz de ver los problemas del rival o los cambios que este ha realizado.
Con el solo hecho de saber esto, estarás más calmado porque te centrarás en seguir resolviendo, pero si tu enojo sigue ahí, recomiendo postergar tu reacción. Ir a la toalla, respirar calmadamente y tratar de recuperar tu estado mental. No empieces el siguiente punto en ese estado porque seguramente cometerás un error.
Ligado con lo anterior, en momentos de mayor presión es cuando más apurados jugamos, pero no siempre es por enojo. Muchas veces la presión o los nervios por querer ganar el punto (o no querer perderlo) es lo que nos hace jugar ansiosos, apurados porque el punto termine. Queremos con todas nuestras fuerzas que nuestro rival la tire afuera o que nosotros seamos capaces de hacer un tiro ganador. Bien, déjame decirte que esta es la peor fórmula para jugar estos momentos. Es en estos momentos cuando más paciente debes ser. Debes hacer lo que entrenas siempre y jugar a lo que estás acostumbrado, que el juego salga lo más automático posible porque eso es lo que mejor sabes hacer. Por lo tanto, si quieres terminar el punto rápido, y juegas tiros que no estás acostumbrado (encima en momentos en los que estás más nervioso) lo más probable es que las cosas no salgan. No solo que te equivocarás con frecuencia, sino que nuestro rival verá nuestra debilidad y no se equivocará porque ahora sabe que tú puedes fallar antes que él.
En relación con lo anterior, saber a qué juegas es clave y por eso le dediqué un capítulo aparte. Tener jugadas que te salgan naturales porque las haces seguido es de las cosas que más resultado te dará en estos momentos. Si vas ganando y tu rival empieza a remontarte el partido, vuelve a la base, vuelve a lo que vienes haciendo y a lo que mejor te sale.
Perder partidos que vas ganando es algo que a todo el mundo le pasó y le seguirá pasando. Para lograr que te afecte lo menos posible debes saber a qué juegas, volver a eso que sabes hacer y seguir atentos porque seguramente nuestro rival cambió su juego. Cambiar pequeñas jugadas que ya no nos están sirviendo es clave, como así también seguir demostrando seguridad y confianza en todo momento. Te recomiendo mantener la mente positiva y, aunque todo esto no termine dando su resultado y nos levanten el partido, habrás mejorado y aprendido nuevas cosas para el partido siguiente. ¡Te deseo suerte y cuéntame si te sirvió o no!
No hay comentarios por el momento.