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Algo que todos buscamos en algún momento es comenzar a tener más velocidad de pelota y dominar a nuestros rivales. Si bien considero que la consistencia es más importante que la velocidad, si sigues subiendo de nivel, poder aumentar tu velocidad y potencia hará que sigas progresando y evolucionando en tu juego.
"Lo que más me gusta y me sorprende de Alcaraz es su intensidad, la capacidad atlética que tiene y la potencia de sus tiros.” Federer sobre Alcaraz
Paso a nombrar entonces 4 formas para aumentar nuestra velocidad:
Sin duda nada de lo que hagas va a aumentar tanto tu potencia como una buena y trabajada técnica. Puedes ser un jugador alto, con brazos largos y un físico muy trabajado, pero si tus golpes no son fluidos, no podrás tener esa potencia que buscas. Para mí, los conceptos técnicos que más te van a hacer aumentar la potencia, reduciendo el esfuerzo (hay un montón, pero siempre me centro en 3 o 4 simples y mejorarlos al máximo) son:
Rotar los hombros te va a dar la palanca necesaria para pegarle a la pelota con potencia. Un error común es quedarnos de frente, motivo por el cual nuestra pelota saldrá despacio y sin la dirección necesaria.
Este concepto es más de técnica básica, cuando comenzamos a jugar al tenis. Es en estos momentos cuando desarrollamos nuestro armado. Es importante que este sea fluido, es decir, sin frenarse en ningún momento. Un armado que se enseña mucho es el que es en forma de bucle o “rulito” que nos permite acelerarle mejor a la pelota.
Se trata de acelerar el impacto, de “atravesar” a la pelota. Si logramos que el golpe no finalice con el contacto de la pelota, sino que siga avanzando la raqueta, lograremos mucha más potencia en nuestro golpe. Este concepto no funcionará sin que acelerar también la punta de la raqueta.
Hice un artículo hablando detallando en profundidad cada uno y te los dejo en los enlaces.
Por supuesto que algo innegable es que mientras más potencia podés aplicarle a la pelota con tu cuerpo, más potente saldrá la pelota. El físico innato de cada uno es muy importante (más que nada la altura y el largo de brazos) pero por supuesto que todos pueden trabajar y mejorar la potencia. Para tener potencia no hace falta solo trabajar la fuerza o ser muy fuerte, recuerda que la potencia es fuerza y velocidad y de nada servirá que seas muy fuerte si no puedes aplicar esa fuerza en una alta velocidad.
Aunque parezca irrelevante, tu posición en la cancha hará que la pelota le llegue más rápido a tu rival y por ende, se perciba como más veloz.
Además, si nos vamos adelantando de a poco en la cancha, impactaremos la pelota generalmente cuando está subiendo, lo que hace que consigamos una mayor velocidad sin demasiado esfuerzo.
Por supuesto que debes saber cuándo adelantarte y cuándo retroceder. Recuerda que jugar demasiado adelante en la cancha es riesgoso (lo mismo que pegarle demasiado fuerte) y solo lo debes hacer cuando la oportunidad sea la adecuada. Si esperas el momento para adelantarte, sorprenderás a tu rival y arriesgarás mucho menos.
Escoger bien los momentos lleva práctica y te recomiendo comenzar a entrenarlo cuanto antes.
Hablé del momento de impacto en este artículo. Al igual que en el punto anterior, si logramos pegarle un poco antes a la pelota lograremos que al rival le vuelva más rápido y la pelota se perciba como más veloz. Como siempre, debes aprender a conocer cuándo realizarlo.
Un ejemplo claro es cuando el rival llega exigido y en vez de jugar con altura juega medio rápido y rasante. En este caso, debemos jugar RÁPIDO, sin pensar demasiado, al otro lado. De esta manera, haremos que nuestro rival esté exigido sin necesidad de pegarle superfuerte a la pelota.
Para pegarle más rápido que nuestros rivales, no hace falta siempre pegarle más fuerte. En ocasiones, con estar bien posicionados en la cancha y saber decidir en qué situaciones sacarle tiempo al rival, nos convertiremos en jugadores más rápidos y agresivos. Sin embargo, está claro que si mejoramos nuestra técnica, le pegaremos con más potencia sin necesidad de pegarle más intenso nosotros.
Por supuesto que la intensidad que le pongamos a nuestro golpe también influye y la clave es combinar todas estas cosas. Si además de tener mucha potencia, le sumas una buena técnica y unas buenas decisiones, serás un jugador superpotente que domina seguido a sus rivales.
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