¿Quieres mejorar y no lo consigues? Si te sientes estancado, juegas varias veces a la semana y aun así no logras mejorar, puede estar pasando que no estás exigiéndole a tu cuerpo lo suficiente. Hoy vamos a hablar del esfuerzo y cómo sacar provecho de él.
“La satisfacción radica en el esfuerzo, no en el logro. El esfuerzo total es la victoria total.” Mahatma Gandhi
Si estás leyendo este capítulo probablemente te sientas estancado, te cueste mejorar incluso jugando seguido. Bien, te paso a explicar como funciona nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo es una máquina de adaptación e intenta SIEMPRE adaptarse a los estímulos que se le van presentando. Si, por ejemplo, levantas cierto peso en el gimnasio, le costará al principio, pero hará las adaptaciones necesarias para que, tarde o temprano, tu cuerpo esté adaptado a ese peso. Una vez alcanzado ese peso, no necesita por qué seguir mejorando, ese peso ya lo levanta bien. Por lo que, si no recibe nuevos estímulos de tu parte, no hará ningún cambio en su cuerpo, incluso aunque vayas todos los días al gimnasio.
Con tu tenis pasa lo mismo, se acostumbra a cierto nivel de concentración e intensidad y esto se debe, generalmente, al umbral ok.
Mariano Sigman (neurocientífico argentino) nos habla en su libro “la vida secreta de la mente” del umbral ok. Lo que él comenta es algo muy útil y es que la mayoría comienza mejorando en cualquier área de manera bastante rápida hasta que llega un punto que él llama el umbral ok. El umbral ok es ese punto de aprendizaje en el que estamos cómodos, nos gusta lo que sabemos hacer y ya no nos interesa demasiado seguir esforzándonos por mejorar. Por ejemplo, todo aprendemos a leer y llega un punto en el que ya no nos interesa seguir esforzándonos por leer cada vez más rápido. Si quisiéramos, podríamos seguir desarrollando nuestros hábitos de lectura y llegar a una velocidad muy superior a la que tenemos actualmente, pero no nos interesa realizar ese esfuerzo, estamos en el umbral en donde todo está bien, no hace falta más.
Bien, en el tenis te puede estar sucediendo esto. El problema es que te aseguro que si no estás motivado por mejorar, no mejorarás, debemos estresar un poco al cuerpo para que mejore.
El cuerpo tiene una respuesta ante el estrés que se llama hormesis. Es el proceso en el que el cuerpo se adapta ante cierto estrés que recibe. Es por eso que cuando nos exigimos y estresamos un poco al cuerpo, este tiende a adaptarse y mejorar para la próxima vez. Obviamente, estrés prolongado puede pasar a ser dañino, pero en dosis bajas, como en un entrenamiento, exigirnos al máximo puede ser muy beneficioso. Si siempre entrenamos igual, con la misma intensidad, tanto física como de concentración, no mejoraremos. Hay que dar un paso más e intentar esforzarnos en mantenernos concentrados y activos la mayor parte posible del entrenamiento.
Para aprender algo nuevo, por ejemplo, que puede ser desde un golpe hasta una manera de jugar, necesitas concentración y exigencia. Si lo haces a medias y luego de 5 minutos te desconcentras y piensas en otra cosa, tu cuerpo se acostumbra a ese nivel de intensidad. Por lo tanto, en ese caso, no solo no mejorarás, sino que no te sorprenderás cuando, en una competencia, necesites dar tu 100% y no puedas hacerlo simplemente porque no estás acostumbrado a ello.
Sin embargo, luego de haberte dicho esto, hay ocasiones en las que, incluso esforzándote al máximo, las cosas no salen y es ahí donde necesitas paciencia.
La exigencia está muy bien, pero debes tener cuidado de que no se transforme en ansiedad porque las cosas salgan. Debes ser muy exigente con tu esfuerzo pero muy paciente con tus resultados. Si esperas cambiar de la noche a la mañana por un solo entrenamiento en el que diste tu máximo estarás frustrado y te desmotivarás pronto. Si haces lo que corresponde, te aseguro que tarde o temprano verás las mejoras, pero debes darle tiempo al proceso. Si pasa un tiempo y no ves las mejoras es que algo estás haciendo mal. Seguramente haya que trabajar aspectos técnicos o de tu juego. Si te exiges en hacer las cosas mal, serás muy bueno haciendo mal las cosas. La exigencia debe estar acompañada de un poco de análisis y correcta corrección. Para eso necesitas hacerle caso a tu entrenador, siempre dando lo mejor de ti.
Entrenar por entrenar sin ver cómo mejorar ni dar nuestro mejor esfuerzo produce frustración y estancamiento. Lo peor de esto es que en la mayoría de los casos ni siquiera nos damos cuenta de ello.
Cuando nos exigimos nuestro mejor nivel, la vara sube y nuestro promedio pasa a ser más alto. Para ello debemos ser muy exigentes en los entrenamientos, pero muy pacientes en los resultados, siempre evaluando con nuestro entrenador qué es lo que debemos mejorar para dar el siguiente paso. ¡Te deseo lo mejor y te leo en los comentarios!
No hay comentarios por el momento.